domingo, 29 de mayo de 2016

Mujeres músicos

A lo largo de la historia del mundo, siempre se han escuchado nombres de grandes investigadores, descubridores, músicos, pintores, tales como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Mozart y Beethoven entre otros; nombres pertenecientes a hombres.
Pero, ¿qué pasa con las mujeres? ¿A caso no han aportado nada a la historia? Claro que han tenido su importancia y han transmitido sus conocimientos dejándolos escritos en documentos, los cuales han servido para guiar a las generaciones posteriores y conseguir tener todas las ventajas y aportaciones de las que hoy día podemos disfrutar.
Lamentablemente, la posición de la mujer durante tantos años de historia ha sido siempre menospreciada, ya que solo se les atribuían los valores de cuidar a los niños y llevar a cabo las labores domésticas. Incluso aunque nos encontremos en el siglo XXI y la sociedad haya evolucionado, hay todavía muchos países que siguen dejando a las mujeres en un segundo plano.
 
Centrándonos en el mundo de la música también han existido mujeres virtuosas y compositoras, pero que por los motivos expuestos anteriormente no se les han reconocido sus méritos conseguidos.
 
Una de estas mujeres era Maria Anna Mozart, llamada cariñosamente "Nannerl" por su familia, era la hermana mayor Wolfgang Amadeus Mozart. Su padre le enseñó a tocar el clave con 7 años, y desde esta edad ya demostró ser una niña virtuosa; además fue ella quien se dio cuenta de que su hermano pequeño tenía un gran talento para la música y podría tratarse de un niño prodigio.
Nannerl, junto a su hermano y su padre, realizó giras por toda Europa durante el Clasicismo demostrando su habilidad para tocar obras realmente complejas, transportándolas e improvisando junto al pequeño Mozart.
Desgraciadamente, cuando Nannerl comenzó a entrar en la adolescencia surgió un impedimento que la haría alejarse de la música, y es que tenía que conseguir a un marido. En esta época estaba muy mal visto que una mujer casada o en edad de casarse trabajara o se exhibiera públicamente. A la edad de 13 años, Nannerl dio su última gira europea, y tuvo que mentir con su edad para que no la juzgaran ya que contaba con suficientes años para contraer matrimonio.
Se sabe que Maria Anne Mozart siguió componiendo piezas musicales, pero por el pudor familiar jamás las pudo presentar.




Otra compositora que destaca por haber vivido una situación similar fue Clara Wieck quien fue una niña superdotada. Al principio su madre pensaba que fuese una niña con retraso ya que hasta los 4 años no articuló ninguna palabra.
Cuando Clara Wieck tenía 13 años, se enamoró de  Robert Schumann con quien tendría 7 hijos; sin embargo a pesar de sus labores como madre no abandonó su trabajo como concertista de piano, un trabajo que suponía el sustento económico de la familia.
Además, muchas de las composiciones que presentaba su marido, realmente fueron compuestas por ella, y Schumann únicamente las firmaba poniendo su nombre.  
Clara fue una abanderada en su época, ya que supo combinar su vida profesional con su papel de madre y esposa en una época en la que el papel de la mujer en la sociedad tenía un gran desprestigio y estaba destinado únicamente a las labores domésticas.





Estas compositoras e intérpretes, son solamente dos de las muchas mujeres músicos talentosas que ha habido a lo largo de la historia pero que por su condición de mujer, no se les reconoció su auténtica valía, y que a día de hoy, poco a poco, vamos descubriendo.

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