Esta semana en las prácticas he
llevado a cabo una asamblea en la que hemos reflexionado sobre el tipo de
música que acompaña a los pasos en la Semana Santa y tras esto, conté un cuento
llamada “La pequeña banda de música”.
"La pequeña banda de música"
"Había una vez unos instrumentos musicales que no se llevaban nada bien.
La flauta, la trompeta, el tambor, el saxofón, el bombardino, el oboe, el
clarinete, la tuba, los platillos, etc. Siempre estaban discutiendo por ver
quién era el mejor. La flauta decía que su sonido era el más dulce de todos. El
clarinete decía que él era el que hacía mejores melodías. El tambor decía que
él llevaba el ritmo mejor que nadie. La trompeta decía que su sonido era el más
fuerte, etc. Cada uno de ellos se creía los mejores y se burlaban de los otros
instrumentos. Por eso, cada uno se iba a tocar a una parte distinta de la casa
donde vivían.
Pero aunque estaban separados, el sonido del tambor molestaba a la
trompeta, la trompeta molestaba a la flauta, la flauta a los platillos, los
platillos al clarinete, y así sucesivamente.
Allí no había quien pudiese tocar tranquilo. En vez de hacer música, lo
único que hacían era ruido, y si alguien se paraba a escucharles, se iba
corriendo porque le entraba dolor de cabeza de escuchar aquello. Siempre pasaba
lo mismo…
Todo esto cambió el día que llegó a vivir una batuta con ellos. Al ver lo
que ocurría, les dijo a todos los instrumentos que vivían allí que ella podía
ayudarles si querían. Aun así, ellos estaban convencidos de que nadie podía
ayudarles. Pensaban que la mejor solución era separarse y que cada uno se
marchara a vivir a otra parte. De esta forma, podrían tocar a gusto, sin tener
que soportar lo mal que tocaban los demás.
La batuta les propuso intentar hacer una cosa. Tocar todos juntos una
misma canción. Ella les ayudaría a hacerlo. Al principio no estaban
convencidos, pero al final aceptaron. La batuta les dijo a cada uno de ellos lo
que tenían que tocar cada uno y, después de un ensayo, comenzó a sonar una
bonita canción.
Los instrumentos miraban fijamente a la batuta, que les indicaba en cada
momento cómo y cuándo tenían que tocar. La canción iba sonando muy bien y eso
hizo que los instrumentos (la flauta, la trompeta, el clarinete, el bombardino,
el tambor, etc.) no saliesen de su asombro. Estaban tocando juntos una misma
canción y les estaba saliendo bien. Habían empezado a hacer música.
Cuando acabaron de tocar, estaban tan contentos de cómo les habías
salido, que se felicitaron. Era la primera vez que se ponían de acuerdo en
algo. Por eso, le pidieron a la batuta que les hiciera tocar otra vez la misma
canción. Todo el que pasaba por allí, se quedaba admirado de lo bien que lo
hacían.
Vieron que al unirse y poner en común lo mejor de cada uno de ellos,
había conseguido hacer una bonita música. A partir de ese momento, decidieron
formar una banda de música y salir a acompañar a las procesiones de Semana
Santa por las calles de la ciudad, para que los ciudadanos pudiesen escuchar
todas sus canciones y ver lo bien que lo hacían".
Mientras que se contaba el cuento,
varios niños iban representando lo que se contaba en el cuento con unas
marionetas hechas con goma eva.
Con este cuento, no solo se podía
conocer los diferentes instrumentos que forman parte de las bandas musicales,
sino que también permitía que los niños pudiesen reflexionar sobre la forma de
comportarse a la hora de trabajar en equipo.
Tras llevar a cabo la lectura del
cuento, les enseñé a los pequeños mi flauta travesera. Todos estaban muy
emocionados y querían tocarla. Para enseñarle como sonaba, toqué una canción
que ellos habían aprendido el día anterior y por último, mientras ellos
cantaban y bailaban yo tocaba.
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